Requisitos de la IA Generativa
La inteligencia artificial está transformando la práctica médica, facilitando la toma de decisiones y optimizando la gestión de la información. Sin embargo, su implementación en la comunicación con el paciente requiere seguir ciertos principios. Según el I Consenso de IA Generativa en salud de 2024 con la participación de expertos pertenecientes a CPFCM, SED, Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España, Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI), Asociación Española con la Osteoporosis y la Artrosis (AECOSAR), Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Sociedad Galega de Fisioterapeutas (SOGAFI), Federación de Asociaciones de Enfermería Familiar y Comunitaria (FAECAP), Asociación Española de Enfermería en Cuidados Paliativos (AECPAL), Grupo de Tumores Digestivos (GTD), AIES y el Instituto #SaludsinBulos, además de expertos en IA y en Derecho Sanitario.
Principios de la IA en la práctica clínica
1. Supervisión humana: La IA debe ser utilizada como una herramienta de apoyo, no como un sustituto del profesional en la interacción con el paciente.
2. Ética y transparencia: Es crucial informar a los pacientes sobre el uso de tecnologías en su diagnóstico y tratamiento, asegurando la transparencia y respetando su autonomía.
3. Confidencialidad y Privacidad: Asegurar que la consulta, ya sea presencial o telemática, se desarrolle en un espacio sin interrupciones y con las condiciones adecuadas de privacidad. Además debe mantener el historial clínico seguro y accesible solo a los profesionales pertinentes.
4. Trazabilidad: Debe permitir auditorías continuas para identificar desviaciones de datos o conceptos, sesgos emergentes, degradación del rendimiento o cambios en la toma de decisiones de los usuarios finales, aplicando las actualizaciones necesarias a los modelos o herramientas de IA.
5. Explicabilidad: Permite a los usuarios finales interpretar el modelo de IA y sus resultados, facilitando la comprensión y confianza en la herramienta.
6. Robustez: Capacidad de la herramienta de IA para mantener su rendimiento y precisión ante variaciones esperadas o inesperadas en los datos de entrada.
7. Personalización de la atención: La IA puede proporcionar información relevante, pero la interpretación y adaptación al contexto individual del paciente deben estar a cargo del profesional de la salud.
8. Gestión de la privacidad: Es imprescindible garantizar la protección de los datos del paciente y el cumplimiento de normativas sobre confidencialidad.
9. Capacitación en el uso de IA: Los profesionales de la salud deben recibir formación para integrar de manera adecuada estas herramientas en su práctica clínica.
Conclusión
La comunicación clínica es un componente esencial en la atención médica, y su optimización tiene un impacto directo en la calidad del servicio, la seguridad del paciente y la adherencia terapéutica. La formación en habilidades comunicativas debe ser una prioridad en los programas de educación sanitaria y mantenerse a lo largo de toda la trayectoria profesional. Además, la integración de la IA en la práctica clínica ofrece grandes oportunidades, pero requiere ser gestionada de manera ética y complementaria al contacto humano. Solo a través de un enfoque equilibrado entre tecnología y comunicación interpersonal se podrá garantizar una atención sanitaria centrada en el paciente y de alta calidad.